domingo, marzo 30, 2008

Se buscan examinador@s




La ASPE nos informa de que se buscan examinador@s para los nuevos diplomas estatales que certifican el conocimiento de lenguas extranjeras: Πιστοποίηση Γλωσσομάθειας

Los interesados en participar como examinadores para la prueba oral de estos nuevos diplomas de suficiencia en español deben enviar toda la información pertinente antes del 15 de junio 2008.

Encontraréis más información en la página web del Ministerio griego de Educación:

lunes, marzo 17, 2008

Sobre las XVII Jornadas

Las XVII Jornadas de ASPE se han celebrado recientemente. En la foto podéis ver al Sr. Eusebi Ayensa, Director del Instituto Cervantes de Atenas -quien , como sus antecesores, ha prestado un gran apoyo a la Asociación-, con Pedro Romero, miembro de la Junta directiva de ASPE, minutos antes de su inauguración.




Este año tuvieron lugar por primera vez en el edificio central de la Universidad Capodistríaca, un lugar emblemático y muy céntrico y no quiero dejar de felicitar por ello a los organizadores. ´


Juan Vicente Piqueras, poeta y actual Jefe de Estudios del I. C. de Atenas -lleva unos pocos meses en Grecia- terminó su amena charla sobre "Los gajes del oficio" -léase el síndrome del profesor quemado- con la lectura de un poema suyo que me ha gustado especialmente y ha sido muy amable concediéndome permiso para publicarlo. Espero que os guste...



HIJOS DE BABEL
a todos los profesores de lenguas extranjeras
dispersos por el mundo.


Hay una raza de pontífices,
de maestros que tienden puentes entre países
y abren ventanas, puertas, voces, vuelos
a paisajes lejanos enseñando pronombres,
verbos irregulares y adverbios de lugar.
Son magos que se sacan un mundo del sombrero
con sólo pronunciar una palabra,
humildes sacerdotes que enseñan a sus fieles
a bautizar de nuevo el mundo, a recorrerlo
en las alas de un verbo que hasta ayer no existía.
Son los embajadores mal pagados
de sus países, reyes en exilio
cuyo único poder es saber enseñar.
Diáspora didáctica, héroes, jornaleros
del subjuntivo, un día se marcharon
de su lengua natal para enseñarla.
Misioneros sin más dios que un deseo:
el que gentes remotas consigan conocerse y conversar.
Y para conseguirlo pueden llegar incluso a pasar hambre.
Yo a veces los he visto devorar diccionarios.
Saben que todos somos extranjeros
y trabajan duro para que llegue un día
en que nadie lo sea.
Nacieron en la Torre de Babel
y saben que el amor
le debe su existencia a la gramática.

Juan Vicente Piqueras
Atenas, febrero 2008